Vibración y Sanación: uso, beneficios y consejos para meditar y más con el cuenco
Un poquito de historia
Según el budismo, la historia del cuenco se remonta hace miles de años atrás, donde en un poblado en la zona del Himalaya, cayó un meteorito, y de sus restos los monjes descubrieron una aleación natural de distintos metales, que utilizaron para fabricar un cuenco para ofrendas sagradas, y comenzaron a darle distintos usos según los beneficios que descubrían; las mujeres embarazadas al comer de ellos les aportaban minerales esenciales y tenían un mejor embarazo, notaron que si lo tocaban con una vara de madera, su sonido permitía una meditación mucho más profunda, armonizaba el cuerpo físico, el alma y la mente, e incluso disolvía contracturas en el cuerpo, y notaron cómo además afectaba la vibración al lugar donde lo tocaban.
Por mucho tiempo los cuencos se mantuvieron de uso secreto para los monjes en los monasterios, por su efecto sanador, los maestros bodhisattva decían que su sonido era el del universo manifestándose.
Su uso para meditación y para sanar se dice tiene origen en los antiguos chamanes del Tíbet, de la cultura Bön, que fue fusionándose con el budismo en el tiempo. Por eso es que también acompaño a veces el cuenco con otros instrumentos chamánicos como la sonaja o los cascabeles, potenciando y amplificando sus efectos, me encanta como se van integrando y produciendo sensaciones distintas! Continuando con la historia, los 7 metales que originalmente se encontraron en el meteorito, son los que se continúan utilizando en la elaboración de los cuencos, que se hacen artesanalmente por monjes, forjados a mano y con golpes con martillo. Depende de su zona de origen, pueden contener 8 o 9 metales, o incluso hay algunos muy antiguos y muy valiosos que contienen 12.
Nota: Antes de seguir, quiero aclarar algo: estoy escribiendo esto como sanadora y terapeuta, y desde mi formación, conocimiento y experiencia, para mí el cuenco es una herramienta y un instrumento que tiene un origen ancestral, tiene que ver con lo sagrado, tiene vida, su función es sanar, es mi compañero, y para que sea un cuenco tibetano como tal, debe ser hecho como les estaba contando, los cuencos hechos con molde y de bronce no tienen el mismo efecto ni el mismo propósito vibracionalmente, tienen un sonido uniforme y que si bien ayudan en algunas cosas, no tienen la misma profundidad ni intensidad.
Si quieres un cuenco de molde para ayudarte a centrar la mente con su sonido para meditar, o para antes o después de una práctica de yoga, está muy bien, pero no afecta a tu totalidad como el cuenco hecho a mano, con todos sus metales. Sólo quiero que seamos conscientes de ello. Sé que estás pensando que este tipo de cuenco es más difícil de tocar, y es por algo, y vale el proceso de conocerlo. Ahora, a lo práctico.
¿Cómo funciona el cuenco? . . . y cómo hacerlo sonar.
Los 7 metales con los que están hechos los cuencos, se encuentran naturalmente en nuestro cuerpo, en concentraciones pequeñas claro, y también tienen correspondencia cada uno con un planeta. Por eso se dice que nos afecta orgánicamente, conectando con, e impactando cada célula, y energéticamente, afecta la influencia de los planetas en nosotros también.
· Oro – Sol
· Plata – Luna
· Mercurio – Mercurio
· Cobre – Venus
· Hierro – Marte
· Estaño – Júpiter
· Plomo – Saturno
Además, somos un 75 – 80% de agua, elemento que es super influenciado por la vibración. La frecuencia que emiten los cuencos es de 432 hz, que estudios han comprobado que es la frecuencia en resonancia con la naturaleza y el universo.
Esta frecuencia afecta nuestra frecuencia, subiendo la vibración acercándola a ella, también modificando nuestras ondas cerebrales y permitiendo otros estados de conciencia, por eso logramos estados meditativos más profundos.
A través de los armónicos es que su magia actúa. Su sonido se emite cuando su borde es frotado, o sus lados golpeados, con una baqueta de madera, batido y percusión. Si pones agua dentro del cuenco, verás como las gotas parecieran burbujear, como evitando, elevándose. El sonido del cuenco tendrá que ver con su tamaño, su grosor, su textura, y principalmente, con cómo estés tu. Si, así es, depende también de tu vibración. Es un poco como andar a caballo, que percibe si estás asustado, si eres agresivo, o si lo tratas con cariño, si le tienes respeto, si estás seguro y confías.
Antes de intentar nada con el cuenco, debes centrarte tu. Sé consciente de tu cuerpo, tu respiración, aquieta tu mente. Habítate, sé presente. Abre tu pecho. Mientras no hagas esto, mientras no estés en ti, el cuenco no vibrará o su vibración será apagada y débil. Mientras más dueño seas de ti, más potente será la vibración del cuenco.
Ten clara la intención que quieres, tómalo con firmeza, pero sin ahogarlo, como si fuera una persona que es importante para ti, la tocas con cariño, con dulzura y con ganas, verdad? Quieres que te sienta, que sepa que estás ahí; vuelvo al caballo, para galopar juntos, debes agarrar las riendas y comunicarte, ayudarse mutuamente.
Toma la baqueta, que personalmente prefiero usarla sin cuero para que el sonido sea lo más puro posible, sin restringirlo, muñeca firme pero relajada, y prueba. Sobre técnicas, vas a encontrar muchos videos en youtube, pero la experiencia debe ser tuya, debes vivirlo, experimenta, con cariño y curiosidad. Corazón abierto. Con amor, sin miedo, es un instrumento para sanar, no para juzgar, no para competir, su función es expandir, ordenar, regenerar, curar, sanar, armonizar, equilibrar, limpiar. Siente como la vibración recorre tu cuerpo, y como se siente fuerte en tu pecho.
La tradición dice que, cuando adquieres un cuenco, debes dormir con él, o que esté cerca tuyo, por un mes por lo menos, para que tu vibración se sincronice. Es un objeto de poder. Debes limpiarlo con suavidad, con algún aceite puro de oliva o almendra, en muy poca cantidad, para quitar suciedad, óxido, y también vibraciones bajas. Son el vehículo para llegar a, conectar con una energía sagrada, trátalo con cariño.
El humo del palo santo y el incienso también limpian y armonizan a tu cuenco. Como cualquier instrumento de este tipo, se recomienda que nadie más que tu lo toque, y que lo guardes envuelto en un paño. Los cuencos, igual que los malas, no deben tocar nunca el suelo, por eso siempre vienen con alguna especie de almohadilla pequeña.
Beneficios y usos del cuenco tibetano
Sus beneficios se han comprobado que son muchísimos, y no te voy a aburrir con listas eternas, en algunos países como Alemania, Francia, Estados Unidos, se han hecho bastantes estudios durante varios años, y se han visto mejoras en pacientes oncológicos, en chicos con autismo, en cuadros de depresión, en general se ha comprobado como beneficia a la salud mental, y los efectos físicos de ello.
A nivel terapéutico, lo utilizo para trabajar distintas cosas a un nivel profundo, cambio de hábitos, regresiones, ir a la raíz de síntomas, trastornos del sueño, trastornos del ánimo, crisis de ansiedad y angustia, y muchas cosas más.
Algunos de sus beneficios y usos de su vibración:
· El sonido ayuda a la relajación y promueve estados meditativos profundos, además de estimula la actividad de las ondas alfa y beta del cerebro
· Mejora la concentración y el estudio
· Equilibra los hemisferios cerebrales y el sistema endocrino, actuando en la pituitaria e hipófisis
· Alivia la tensión muscular y el dolor de cabeza
· Ayudan a descansar mejor
· Aumenta la creatividad
· Promueve la estabilidad emocional
· Al centrarte en el momento presente, te sientes en calma y quita importancia a la negatividad y pensamientos innecesarios, descongestiona la mente
· Equilibra los chakras y limpia el aura
No sólo puedes usarlo en ti y otros, sino también sirve para limpiar y cargar de energía y elevar la vibración de lugares y objetos, como tus cristales, esencias, tus malas, cualquier objeto de poder para ti.
Si tienes cuenco pero no lo has utilizado, quieres tener uno, o si te interesa aprovecharlo al máximo, te recomiendo que hables, preguntes, resuelvas todas tus inquietudes con alguien que use su cuenco, que compartas experiencias, que te muestre, contigo y el cuenco ahí presente, eso siempre será más rico y provechoso que ver un video o leer algo. Si te interesa saber más, tienes cualquier pregunta, siempre estaré encantada de aportar en lo que pueda. Amo los cuencos y me encanta compartir lo que sé, lo que he aprendido y mi experiencia, y aprender de la experiencia de otros también, eso es lo más bonito.