LIFESTYLE
Menos es más… priorizar lo esencial en todos los aspectos
El concepto de slow living, el minimalismo y podemos también incluir el autocuidado, buscan quitar todo el ruido tu vida. Con ruido nos referimos a interferencias, a todos los extras que se van acumulando a lo largo de los años, y que no tienen realmente una función que te sirva, y que hemos ido cargando a causa de hábitos, miedo a dejar ir, identificarnos con etiquetas rígidas, la incertidumbre de cómo sería la vida sin estos elementos que ya son automáticos y no vemos como sería la vida sin ellos, aunque no aporten. Cosas, personas, relaciones, actitudes, patrones, emociones estancadas… bueno, pues aplica a todo.
Aclaremos conceptos:
Slow living: es un estilo de vida que respeta los ritmos y procesos naturales en todos los aspectos, tiene que ver con volver a los tiempos de desarrollo normales y naturales, desacelerando y quitando lo innecesario y los excesos de estímulos, cargas, etc… siendo conscientes y permitiendo tiempo y espacio de disfrutar y vivir. Tiene su raíz en el movimiento Slow Food en Italia en los 90’s, que buscaba retomar los procesos tradicionales y naturales en temas de alimentación, no viene de lento literalmente, (aunque por consecuencia para equilibrar algo que va demasiado rápido, hay que ir más lento)
Nace de S – sostenible, L – local, O – orgánico, W – whole en inglés, que se refiere a no procesado.
Minimalismo: “tendencia que busca la expresión de lo esencial eliminando lo superfluo”, apunta a reducir a lo esencial y despojar los elementos sobrantes. Como estilo de vida, busca valorar las experiencias por sobre los bienes, implica ser conscientes de las cosas que poseemos, de lo que compramos, de cómo invertimos también nuestro tiempo. Tiene que ver con eliminar todo lo que nos distrae de lo importante en nuestras vidas, identificar lo que necesitamos y quedarnos con ello, invirtiendo en lo que nos aporta y da valor a nuestra vida. No tiene que ver con escasez ni volverse un asceta, tiene que ver con poner el foco en necesidades reales, visión a largo plazo de los procesos, y quitar cierta carga emocional a las posesiones. “Quien poco posee, tanto menos es poseído.” Nietzsche.
Desapego, que nada externo te defina o domine.
La verdad es que no me interesa volver esto una guía paso por paso, o desglosar el método de Marie Kondo, o un manual de instrucciones, por que para eso hay mil recursos de personas especialistas, hay documentales como «Minimalismo, las cosas importantes» de Netflix, el «A ordenar!» de Marie Kondo, también de Netflix, junto con sus libros, está el método Kakebo para las finanzas, y mucho más, todas cosas que encuentras en 5 segundos en Google.
Lo que si me interesa y me compete, porque lo mío es la conciencia, es lo esencial y el primer paso antes de nada, que es que comprendas, que seas consciente, de que un estilo de vida viene de una manera de pensar, de una mentalidad, de una manera de ver la vida, de saber cómo te quieres sentir, que se manifiesta en la forma en que vives, concretándose en la materia como un “lifestyle”.
Debemos partir desde lo esencial, que es la consciencia. Si no soy consciente de mis patrones, de qué hay detrás de mis decisiones, de la emocionalidad que impulsa mis acciones, no puedo realmente hacer un cambio.
La clave de todo está en los hábitos. Y detrás de un hábito, hay un patrón mental.
Ejemplo: Si yo no soy consciente de por qué compro cosas que no necesito, no saco absolutamente nada con imponerme el no comprarlo, porque lo volveré a hacer. Lo único que conseguiré es sentir culpa, y entrar en una dinámica negativa que me causará más ansiedad y gatillará el mecanismo para llenar el vacío que hay emocionalmente, la necesidad de encajar dentro de un sistema, la necesidad de mantener una apariencia, estructura, etc.
Debemos primero ser capaces de ser minimalistas por dentro. De dejar de maquillar cosas y verlas como son en su naturaleza cruda. Necesitar menos para llenar vacíos, faltas y pérdidas, y ser conscientes de todo lo que tenemos, lo que se nos entrega, lo que generamos. Dejar de llenar para tapar lo que no queremos ver. Desarrollar el acceso directo y dejarnos de darnos vueltas, de complicar lo naturalmente sencillo, que al final es un comportamiento evitativo.
Los procesos deben ir de la mano, cambio de mentalidad = cambio de lifestyle. Si no, es imitar un algo x que me parece guay. Y ya. Tarde o temprano, más bien temprano, volveré a lo mismo. Podemos ir trabajando lo interno y apoyándonos en lo externo, para ver una diferencia y mantenernos motivados, lo interno influye lo externo, y cuando va alineado, lo externo a lo interno. Si decido aligerarme de emociones y pensamientos, puedo ir paralelamente aligerando el armario, por que ya no responderá a una imagen rígida de mí, sino a una más real y flexible, y esa acción reafirmará mi nuevo pensamiento. Se aligerarán los espacios, por que no necesitaré de cosas, sino de experiencias, que me muevan y me nutran. Me liberaré de actividades, compromisos, personas, relaciones, que no me aportan, sino que en realidad me mantienen ocupado para no pensar y me mantienen dormido en lo cómodo. Y así con todo… Mientras más espacio, más apertura. Mientras más atasco, más contracción.
Ves que es mucho más fácil y lógico todo si lo vemos desde la raíz? Al final tiene que ver con sentido común, con un cambio interno. Y todo lo demás, se ordenará de a poco solo. Sí se necesita voluntad, se necesita constancia, ir pasito a pasito, de poco, tiene que ver con ser consistente, no de una carrera. Los hábitos son repetitivos, muy repetitivos, no saco nada con tirar media casa en un par de días, para volver a llenarla. Vale más tirar algo todos los días, tomar una pausa antes de comprar, reciclar, preferir calidad que cantidad, si compro un abrigo, tirar o donar dos o por lo menos uno que ya no use, por ejemplo.
Entender como se conectan las cosas: las causas y las consecuencias.
Consejos para aplicar los conceptos en la práctica
Comienza por hacer algo por ti. Ahora.
1· Haz una lista. Haz una pausa, siéntate, y haz una lista de las cosas que realmente y honestamente, puedes y quieres cambiar, desde limpiar el armario, a limpiarte de relaciones superficiales, compromisos que te agobian… Haz una revisión mental, lo que te venga. Anota todo. Puede que sea una lista gigante, como un par de cosas, lo importante es que seas honesto. Es el primer paso a un cambio, y ya estás volcando en el papel lo que está atascado. El siguiente paso es priorizar acciones. Paso a paso.
2· Reduce tu vida digital. Demasiada información y estímulos que tu sistema nervioso resiente, y que no alcanzas a procesar ni de broma. Elimina personajes tóxicos o que no te suman, deja de seguir lo que no te aporte, en esto también es mejor calidad que cantidad. Conexiones que aporten. Quita las notificaciones del móvil que no sean importantes, y limita el tiempo que te pegas al móvil. Limítate a lo necesario, y a las personas que importan. Limpia cada cierto tiempo fotografías, memes y todas esas cosas del móvil.
3· Atrae a tu tribu. Pasa tiempo con, y dedícate a las relaciones y personas que te hacen sentir bien, con quienes te sientes libre y te potencian. Es un hecho que «your vive attracts your tribe» tu vibración atrae a tu tribu. Ten relaciones y conexiones sanas que traigan alegría y cariño.
Vivir con menos no es sinónimo de barato, de pobre, de pasar apuros, de restringirse sufriendo, de castigo, de culpa, de no permitirse nada, de aislarse, de limitarse. Para nada, es quedarte con lo mejor que tienes, o elegir mejores opciones, siendo consecuente con quien eres, y con un estilo de vida que te permita mayor libertad y menos cargas, piensa que cada objeto que tienes, debes hacerte cargo de él de una manera u otra.
Antes de comprar algo, pregúntate:
· ¿De verdad lo necesito? ¿Lo usaré a menudo? O terminará pronto en la basura. Ojo con lo desechable.
· ¿Tengo ya algo parecido? No guardes duplicados de cosas, quédate con el mejor o el original.
· ¿Donde lo guardaré? ¿Tengo espacio? Piensa en que todo ocupa espacio. Incluso al tirarlo. Lo que sea, deberás hacerte cargo hasta que lo tiras. Cuidarlo si es delicado, moverlo si entorpece, repararlo si se rompe, llevarlo al basurero al tirarlo… Aquí es útil lo de si compras algo de ropa, reemplazar lo que ya tenías similar y no usas. Insisto, calidad por sobre cantidad.
· ¿Me encanta? ¿Me seguirá encantado más adelante? En esto tiene mucha razón Marie Kondo, si te hace sentir feliz, pues es por algo. Si te aporta, da valor, pues adelante! Si eres consciente y lo sientes, es por algo.
Nota:
El mejor ejercicio que puedes hacer es ser honesto contigo. Siéntate un día, y toma decisiones. Identifica que es prioritario para ti, en este momento, y a largo plazo. Ten una reunión contigo y pregúntatelo. Escucha tus respuestas. Qué me sobra? Qué me estorba? Qué ya no va conmigo? En qué puedo ahorrar? Qué siento que me distrae? Me gusta mi estilo de vida? Qué puedo mejorar? Y traza un plan. Paso a paso. Caja a caja. Y suelta, deja ir. O tira con rabia a la basura, es muy válido también! 😉
2 comentarios
Gracias
Namaste! 🙂